martes, 21 de octubre de 2014

¿QUÉ SIGNIFICA "HERIDA POR UN SABLE SIN REMACHE..."?

Explicación de la metáfora del tango"Cambalache" que dice:"…y herida por un sable sin remache, ves llorar la Biblia junto a un calefón…" Exacta ,real ,demostrable y creíble; parece mentira que jamás lo explicaran los miles de escribas, literatos e intelectualoides que dicen: "Estudiar el tango". "Sable sin remache" se le llamaba a un gancho donde se colgaba el papel higiénico al lado del inodoro. La Biblia y el Calefón; se habla de ello y la mayoría no sabe de que se trata: He aquí la historia de la vida cotidiana, que acontecía en la ciudad de Buenos Aires, no se si en otros lugares pasaba o no, y que explica el porque de la aparentemente surrealista asociación de la Biblia junto al calefón que aparece en el tango "Cambalache", cuyas letra y música fueron compuestas por Enrique Santos Discepolo en 1935. La historia tiene relación con los servicios higiénicos, baños, la higiene personal y la forma de realizarla; y como no se me escapa que algunos lectores pueden ser muy jóvenes y puedan no haber conocido otro tipo de baños que los que se estila usar en la actualidad al menos en el mundo occidental, voy a recordar primero un par de datos que considero necesario sean tenidos en cuenta. Hasta finales del XIX se utilizaban bacinillas, también llamadas "tazas de noche", cuyos contenidos eran arrojados por las ventanas al grito de "agua va", y antes aun, letrinas que solían estar en los fondos de las casas. En Buenos Aires, coexistieron bacinillas y letrinas hasta principios del siglo XX, época en que las familias "acomodadas" comenzaron a instalar baños. Luego el uso de baños se generalizo y se empezó a construirlos en todas la viviendas, aun en las mas modestas. El sencillo "mini-ambiente" constaba al menos del retrete y lavabo y si los lujuriosos propietarios de casa gustaban de practicar la costumbre de lavarse todo el cuerpo mas o menos seguido, y si además tenían medios económicos suficientes como para costearse ese capricho, los baños también tenían una ducha. Claro, si había una ducha era necesario calentar el agua, así al lado de la ducha se instalaba un "Calefón". Sin embargo, el papel higiénico tardo en obtener su carta de ciudadanía para poder trabajar en limpio en estas sucias tierras y aun cuando apareció era bastante caro y no estaba al alcance de todas las familias, las cuales se veían obligadas a utilizar para esos fines sanitarios el vulgar papel de diario o, en su defecto cualquier otro. Por supuesto, eran muy estimados los papeles mas sedosos, así que los sufridos usuarios trataban de conseguir en las verdulerías y fruterías los papeles con los que venían envueltas las manzanas y otros productos del campo, algunos de estos soltaban tinta.... je.! je.! je.!........ Otro muy apreciado era el llamado "papel Biblia", por ser esta especialmente delgado y suave.

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