lunes, 8 de diciembre de 2014

Luciana Aymar:

Se retiró la mejor jugadora de hóckey de todos los tiempos El 7 de diciembre de 2014 será un día inolvidable para el hóckey y el Deporte Nacional en su conjunto. Por un lado las épicas Leonas lograron un nuevo Título. De local en Mendoza obtuvieron nuevamente el Champions Trophy, Torneo que juegan los mejores Seleccionados del mundo. En la final derrotaron por penales a Australia tras empatar en uno en el tiempo reglamentario. La arquera Belén Succi fue la figura de la cancha. El día anterior Las Leonas dieron cuenta de Holanda, Campeón Mundial y Olímpico, por dos a uno, con un tanto sobre la hora de Carla Rebecchi. Empero por otro lado y asociándose al festejo de la obtención del Champions Trophy, este encuentro marcó el final de la carrera de Luciana Aymar, mejor jugadora del mundo varias veces y acaso mejor jugadora de todos los tiempos. Hubo varios amagues, idas y vueltas y parecía que este momento nunca iba a llegar. Pero hoy si, hoy si vino y es en serio. Con este retiro la rosarina deja un gran vacío y un hueco difícil de llenar. Pero la mística de Las Leonas hará que tantas y tantas jóvenes que hoy representan magistralmente al hóckey nacional levanten la bandera y el estandarte que les deja " Lucha ". Ella ya cumplió. Fue la mejor, fue inigualable. En lo personal y en lo grupal ganó todo o casi todo. Tal vez lo único que no pudo colgarse fue la Medalla de Oro Olímpica, sólo eso. Por el resto desparramó su habilidad, velocidad y talento por todas las canchas del mundo. " Desfachatada ", " atrevida " e " indescifrable " regó de gambetas los céspedes del mundo. Una, dos, tres o cuatro jugadoras en el camino eran una constante. Había que encimarla con varias para que no hiciera alguna de sus " diabluras ". Y hasta sufrió en innumerables oportunidades la fuerza desmedida o algún " palazo " de alguna adversaria que en su intento de frenarla sólo lo pudo hacer mediante aquéllas infracciones. Y no sólo eso. La rosarina también supo de goles notables y decisivos. Su romance con las redes fue constante e idílico. Tantísimas veces no era un gol nada más, era el final de una obra de arte, una obra Maestra. Porque ella sin saberlo y con su candidez y humildad provinciana marcó directríces y caminos. Senderos de comportamiento dentro y fuera de la cancha. Dentro mostrando su exquisito hóckey, fuera guiando a las más jóvenes y convirtiéndose no sólo en su Capitana sino que además en una auténtica líder. Una referente digna de ser imitada. Por eso es su Hóckey de Alta Escuela la marcó como una Maestra. El tiempo pasa y a esta hincha de Newells le llegó su fin de ciclo, que coincidió con el más exitoso de Las Leonas. Aún recordamos su debut y primeros trazos en la Selección. Sus quiebres de cintura, el palo y la bocha para un lado y las rivales para otro, sus piernas largas y su desequilibrio en velocidad. Esto más plasmado con el tiempo la llevó a ser la mejor entre las mejores. Cuántas veces las ocasionales rivales la cercaron entre varias para " pararla como sea " a " esa flaquita endemoniada ". Tal vez con los años haya perdido ese ímpetu y esa aceleración en carrera pero como fue la mejor lo suplió con artimañas, con calidad y oficio. Aún hoy con sus jóvenes treinta y siete años en cada enganche desparrama adeversarias y en cada dribling deja su sello inconfundible. Como dijimos al principio, parece mentira pero hoy se fue Aymar y se retiró Campeona como corresponde. Ya se fue y ya la empezamos a extrañar. Fue , es y será la mejor de todas. La Maradona del hóckey que desde chica hacía estragos en los picados del Jockey Club de la Chicago Argentina. La que de jovencita " carasucia " se consagró Leona limpiando avezadas y experimentadas jugadoras rivales. Y la que ya de grande, respetada y admirada por el mundo, puso su estírpe sagrada al servicio no sólo del lucimiento personal sino además y por sobre todo del juego y cumplimiento de los objetivos grupales y del equipo.. Se fue Luciana Aymar, queda vacante la Corona de Mejor Jugadora de Hóckey del Mundo que ella ostentó durante años. Se fue la " Maga " Aymar pero quedará latente por siempre un poquito de su asombrosa magia en los genes de quiénes la sucedan y en el ADN de las Leonas que de aquí en adelante se pongan la " diez ". En este deporte desde hoy se acuñará la frase: " jugada aymareana " cuando alguna realice una maniobra espectacular. Se fue " Lucha, la Capitana " pero en cada potrero y césped de Rosario o de cualquier punto del país una nueva potencial Leoncita revivirá a diario la memoria de la " genia ". Y en cualquier cancha del mundo dónde desde mañana jueguen Las Leonas habrá una historia o una anécdota que permanentemente la tenga presente a la Estrella " del palo y de la bocha ". Se fue la rosarina, decenas de veces premiada, millones de veces elogiada. Por suerte la conocimos y por sobre todo podemos decir " yo la vi jugar ". Se fue Luciana Aymar, se fue la más grande. Hoy nace su Leyenda. Glenn Miller

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