viernes, 25 de septiembre de 2015

Mundial de Rugby: Los Pumas vapulearon a Georgia

Fue aplastante la superioridad de los argentinos. Luego de un primer tiempo con algún desorden, corrigieron el libreto para el complemento y terminaron luciéndose. Los Pumas brindaron una verdadera demostración de rugby. Los capitaneados por Creevy comenzaron con una interesante vocación ofensiva; el plan era alejar la pelota de las formaciones ya que se sabía que el rival iba a ser muy áspero cerca de las mismas. El equipo europeo salió a hacer lo que sabe y se imaginaba. Trabajó casi exclusivamente los canales de ataque del centro de la cancha para percutir con su indudable vigor físico y provocar alguna grieta defensiva en los sudamericanos. Complicó en el scrum, donde los nuestros perdieron la pulseada en los primeros cuarenta generando una serie de infracciones que Georgia aprovechó para alimentar el desorden que le convenía. No fue demasiado claro el conjunto dirigido por Hourcade en ese primer parcial. Tardó en acomodar el line a la ausencia de Mariano Galarza y en el ataque introdujo una vorágine que sin quererlo favoreció la hasta entonces ordenada defensa del derrotado. Es que jugar demasiado lateralmente siempre facilita la contención para un conjunto que presiona. Nuestro equipo hacía bien la primera fase, ésa de ganar rápido las móviles para desacomodar la retaguardia adversaria. Se pensaba que haber sacado ventaja en el comienzo del encuentro transmitiría a los criollos la tranquilidad y confianza que necesitaban. Pero surgieron las imprecisiones, las fallas de tackle, y algunas indisciplinas que metieron a los Lelos en partido mediante la concreción de los penales. El primer tiempo se fue con los derrotados jugando algo mejor, y dejando planteado un nuevo desafío para los Pumas con la salida de Juan Martín Hernández. Esto motivaría un cambio de estructura de juego y en la toma de decisiones. El segundo parcial se inició con algunos ajustes. El combinado argentino optó por fijar los reagrupamientos por el centro de la cancha de forma de atraer a la defensa y concentrarla en un sector. Allí sí funcionó eficazmente la salida rápida, porque dejaba desacomodados a los defensores y permitía utilizar los ángulos de carrera para lastimar ofensivamente. Y así fue como en los primeros quince minutos los Pumas definieron la cosa. Aprovecharon la salida por amarilla del mejor jugador y líder rival, Gordgotze, y en ese lapso marcaron tres tries de notable factura. Empezaron a brillar Imhoff y Cordero, y la sucesión de jugadas vistosas y efectivas fueron construyendo una gran victoria. Llegó el punto bonus y con él un bajón temporal, seguramente producto de un relajamiento por la diferencia obtenida. Georgia aprovechó el momento para mostrar algo de su amor propio y justificar su presencia en un Torneo Mundial. La actitud ganadora de los argentinos contribuyó a mejorar el nivel en las distintas facetas del juego. Subió el rendimiento del scrum, del line y en las móviles para redondear una tarde de gran rugby y que permite ilusionarse con lo que puede suceder en la siguiente etapa de la competencia. Pero cuidado, primero hay que rubricar esta performance con la clasificación.

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