En un partido que tuvo de todo, el equipo de Zinedine Zidane se impuso por 3-1 sobre Liverpool y se quedó con el trofeo más prestigioso de Europa por tercera vez consecutiva.
Real Madrid derrotó 3-1 a Liverpool en la final de la Champions League y se quedó, así, con el trofeo más prestigioso de Europa por tercera vez consecutiva, la decimotercera de su rica historia. El equipo de Zinedine Zidane se impuso con tantos de Karim Benzema y Gareth Bale (2) mientras que los de Klopp descontaron a través de Sadio Mané.
El partido estuvo lleno de condimentos: desde muy temprano, el mundo se conmovió con la lesión de Mohammed Salah- acaso el mejor jugador del mundo en esta temporada- que tras forcejear con Sergio Ramos sufrió una luxación acromioclavicular. Pocos minutos después, Daniel Carvajal sufrió una lesión en el isquiotibial y también dejó en la cancha. Los dos jugadores no pudieron contener las lágrimas por perderse el partido más importante de la temporada y por el miedo que generan sus dolencias a tan poco tiempo de la Copa del Mundo.
Pero los goles de Real Madrid también son dieron la nota, porque el primero surge tras un inédito blooper de Loris Karius: el arquero quiso sacar rápido con la mano y se encontró con el pie de Benzema que empujó la pelota a la red. Tras el empate de Mané, Zidane mandó a la cancha a Bale que, pocos minutos después, conectó una brillante chilena para poner el 2-1. En el tercer tanto, otra vez hubo absoluta complicidad de Karius que le puso manos de manteca al remate de Bale y confirmó la peor noche de su vida.
Con este resultado, Real Madrid se llevó su decimotercera Liga de Campeones, confirmando una hegemonía absoluta que se ha extendido desde España a Europa y el mundo.
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