Un recorrido por su carrera. Desde su debut a los 14 años hasta la obtención de un reconocido Premio Internacional. Su amor por el teatro y la emoción por disfrutar arriba de un escenario.
Víctor King nació en Buenos Aires y desde pequeño tuvo muy claro lo que quería para su vida. Ser un artista. Sus primeros pasos estuvieron ligados al ilusionismo y no fue un truco de magia lo que lo ubicó a los 14 años frente a chicos y grandes en cada una de sus presentaciones sino el fruto de muchas horas de trabajo. Simultáneamente, comenzó a estudiar teatro con Luisa Vehil. Pantomima con Igon Lerchundi y R. Escobar, Comedia musical, y caracterización en el “Teatro Colón “, fueron solo algunas de las especialidades en las que incursionó. Fue alumno del legendario “Centro Magico Fu -Manchú” (David Bamberg) de la calle Riobamba, donde no solo sobresalió por la habilidad de crear trucos que daban rienda suelta a la ilusión sino especialmente por su carisma e histrionismo. Allí descubrió que su vocación era la actuación. Él, quería ser actor y desde ese momento supo que la magia y la actuación estaba muy ligadas entre sí.
Mientras tanto, salió a demostrar por el mundo que la magia existe y llenó su galera de aplausos. Su viaje fue mágico. Triunfó en Europa donde deslumbró a miles de turistas y fue la apuesta fuerte de los mejores casinos del viejo continente . El reconocimiento no tardó en llegar y en 1989 en España obtuvo el “Premio Frakson” Un codiciado logro en el mundo de los ilusionistas, siendo el primer Argentino en ganarlo.
No obstante, cada día que pasaba deseaba estar arriba de un escenario pero no en su rol de mago. Sentía que la magia ya había cumplido todas sus expectativas y tiempo después tomo la decisión. Regresó al país y comenzó a perfeccionar sus técnicas teatrales. “Fue emocionante”, asegura.
Víctor confiesa que en sus comienzos ver a “Stanley Kowalski” en la película “Un tranvía llamado deseo” fue inspirador y que si bien algunos actores tienen recuerdos sobre una obra, para él, la interpretación de Marlon Brando en ese film fue lo que lo atrapó definitivamente e inoculó su adicción por el teatro. En ese mismo sentido, menciona al film argentino “Darse Cuenta” interpretado por Luis Brandoni y Dora Baret y resalta su profundidad.
A su vez, explica que su nacimiento actoral tuvo lugar en el teatro independiente. La oportunidad se le presentó de la mano de una gran familia de actores -D’ana- en el Complejo Cultural Comunicanto donde entrenó varios años, y que luego de una clase de improvisación le ofrecieron pertenecer al elenco estable. King cierra sus ojos y narra fascinado una escena de la obra que protagonizó -“Historias para ser contadas” de Osvaldo Dragún-y comenta que en esa pieza comenzó con un papel secundario. Su debut protagónico fue con una obra de Anton Chejov nada menos.Luego llegaron Tito Cossa, Oscar Viale, Shakespeare y Jacques Prévert por citar algunos.
“A esta querida familia mi agradecimiento es eterno “ confiesa.
A la hora de inclinarse por un género lo hace por el grotesco aunque no le desagrada para nada interpretar otros y se enorgullece de la materia prima que existe en la Argentina y que muchos de ellos fueron siempre reconocidos en el exterior.
Siguio formándose en el Cultural Rojas , el Teatro San Martin , y entrenando con grandes maestros como , Yoska Lazaro , Facundo Abraham, Robertino Granados , entre otros.
Hoy no reniega de haber abandonado en parte la magia, ya que sigue asesorando magos. Es conciente que el camino es largo. Pero con la suma de más de treinta obras en su haber, la preparación de un “absurdo” y su actual trabajo publicitario como actor, es feliz. Sabe que la fama es puro cuento y que el teatro es algo muy emocionante que supera cualquier añoranza por ser reconocido en la calle. Sabe que el éxito está emparentado con estar arriba de un escenario y hoy más que nunca está satisfecho por el impulso que tomó su carrera luego de tanto esfuerzo y dedicación.
GENTILEZA DE NOTICIAS DE LA ALDEA Y SERGIO DI CRECCHIO
1 comentario:
Muchas Gracias Glenn Miller por la publicación !!! Un gran saludo
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