miércoles, 14 de agosto de 2024
Los Pumas le ganaron un partidazo a los All Blacks en Nueva Zelanda
En el debut del Rugby Championship, el seleccionado se impuso con cuatro tries en Wellington, jugando un gran ST para el final de 38-30.
Tremendo. Valió la pena el madrugón, ¿no? Los Pumas jugaron un gran partido por el debut del Rugby Championship en el peor arranque que el fixture les podía deparar, ante los All Blacks de visitante. Pero sacaron pecho, jugaron en un gran nivel y ganaron por 38-30.
Los Pumas llevaron la iniciativa en el comienzo ya con un ataque profundo desde el vamos, pero se cortó con un penal evitable. Lo mismo sucedió en la jugada siguiente y así en los primeros diez minutos, con una posesión del 58%. Lo malo, y bastante, la excesiva cantidad de penales: 6 a 1.
Los Pumas volvieron a tener la pelota, pero de nuevo un error generó darle la oportunidad para que los de negro frotaran la lámpara. Mateo Carreras, sobre la punta izquierda, perdió la bola en el contacto, le cayó a McKenzie y el apertura se mandó un sombrerito para él. Ya con inercia de contraataque, se la dio a Barrett, quien metió un fulbazo para que corrieran sus compañeros, con el pique que favoreció al debutante Sam Darry, que apoyó. McKenzie aportó el gol para el 10-0 a los 15'. Demasiado castigo.
Con la misma medicina, Los Pumas respondieron. Molina recuperó una pelota sucia en un maul, y la bola voló rápido hacia el medio de la cancha, donde Matera buscaba pase; al ala se le mostró Chocobares, que entró de punta con determinación para cortar la marca y dársela a Cinti, para que entrara y descontara. Santiago Carreras falló la conversión y 10-5 a los 23'.
Había que honrar esos puntos con un juego sólido, pero un nuevo penal en campo propio (ya iban 2 a 9, muchísimo) le dio la chance de aumentar a McKenzie: 13-5. Enseguida le contestó Santiago Carreras con una patada frente a los palos para el 13-8.
El partido no daba respiro, de hecho no hubo ni un scrum en los primeros 40'. En cada avance, por acierto de los ataques y errores en defensa, ambos se volvían con puntos. A los 36', tras un penal de Gallo, los All Blacks fueron al line en ataque y lo decoraron con varios pick and go para que Lienert-Brown le ganara en el mano a mano a Moroni y apoyara.
Tras la salida, McKenzie recibió y despejó para que hubiera disputa en el aire pero la bola fuera de nadie, de vivo la agarró el petiso Mateo Carreras, sobre la punta izquierda, para encontrar posteriormente los huecos y correr hacia el try, previo cambio de paso que dejó parado a McKenzie. Pum, pum, 20-15 y así se fue un PT en el que dio la sensación que Los Pumas, de haber sido más disciplinados, lo podrían haber ganado.
Ya desde el arranque del ST llegó la primera buena noticia. Los Pumas continuaron con su buena defensa (una de las claves, además de aprovechar sus ocasiones) y, por intermedio de Matera, recuperaron una pelota con penal. Fueron al line y, tras una jugada preparada, con envío directo Molina y previo amago de Rubiolo, el Lungo la atrapó y, con ayuda de los forwards, llegó a apoyar. Con el gol de Mateo Carreras, el equipo se puso por primera vez al frente. Duró poco porque McKenzie descontó con un penal: 23-22 a los 46'. Pero el partido estaba.
A las patadas venía la historia, porque Santiago Carreras lo dio vuelta. Aunque en la jugada posterior, y tras una salida en falso de Los Pumas, los All Blacks recuperaron la pelota y con sencillez entraron al ingoal con Tele'a. La Selección necesitaba ser un poco más sólida, confirmar con defensa sus puntos en ataque. A los 51' iban 30-25.
El partido se hizo un poco más táctico con cambios de patadas a despejar de los aperturas (Albornoz había ingresado en Los Pumas). El cambio de penales funcionó para Los Pumas porque acertó Santiago Carreras pero McKenzie falló su primera patada de seis. Ya a falta casi de diez minutos, con el ingreso de Creevy, Argentina perdió un line, pero un par de pases muy mal dados de los All Blacks hacia atrás sin poder capturar la pelota los puso de vuelta en su campo y, presionados, la perdieron. La jugada se transformó en un scrum 5 para Los Pumas, que pudieron entrar con el ingresado Creevy para darlo vuelta nuevamente: 35-30.
En ese momento se vio el carácter de Los pumas para controlar los últimos minutos pese a que se esperaba el vendaval negro. Mejor, el propio Creevy se quedó con un mal lanzamiento de line de los All Blacks para que naciera la jugada que derivó en el penal que Santiago Carreras (acertó 7-8) mandó entre los palos para estirar a 38-30. Faltaba nada para la tercera victoria en la historia ante los de negro, y de visitante. Y llegó nomás...
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