Con un tanto de Lodeiro a los 18 minutos del primer tiempo, el Xeneize derrotó al Millonario en el Monumental y quedó como único puntero del torneo. Gago habría sufrido una grave lesión.
En la fecha de los clásicos, Boca derrotó a River en el estadio Monumental y volvió a la cima del campeonato, condición que había perdido el domingo pasado ante San Lorenzo. El equipo de Arruabarrena fue más en el primer tiempo, mientras que en el segundo se replegó para cuidar el resultado. Los de Gallardo no le encontraron la vuelta en el complemento. Fue 1-0.
El encuentro arrancó accidentado para el elenco xeneize: a los 30 segundos, Gago se tiró en el medio de la cancha absolutamente solo y gritó: “Se me cortó el tendón de Aquiles”. Ingresó Lodeiro. Y el uruguayo abrió el marcador para la visita a los 18 minutos del primer tiempo. El fútbol y su dinámica de lo impensado, se jactaría Dante Panzeri.
Palacios le ganó en la corrida a Balanta y se la tiró a Tevez -habilitado-, quien perdió en el mano a mano con Barovero; Lodeiro tomó el rebote de primera y la clavó arriba para poner en ventaja a la visita. El elenco de Arruabarrena comenzó más metido ante un Millonario perdido e impreciso, que sintió el golpe del gol y, todavía mareado, pudo haber recibido otro.
A los 29, Meli se la extirpó a Mammana en la última línea, encaró hacia el área con dificultad y se la tiró demasiado larga a Palacios. Segundos después, Ponzio, amonestado a los 24 minutos, pegó otra patada para amarilla y Herrera le perdonó la vida. Rápido, Gallardo lo sacó y mandó a la cancha a Lucho González, quien igualmente vio la tarjeta un par de maniobras más tarde.
River se acomodó un poco en los últimos instantes, aunque siguió algo desordenado y apurado. Sin embargo, contó con una oportunidad clarísima para llegar a la igualdad: a los 42, González armó una muy buena jugada individual por la banda izquierda y se la puso en la frente a Alario; pero su cabezazo dio de lleno en las piernas de un bien ubicado Orión.
El segundo tiempo fue otro partido. Boca eligió replegarse para cuidar el resultado, mientras que River se adelantó y buscó quebrar por los costados, aunque sin demasiadas ideas. El elenco local murió la mayoría de las veces en centros cruzados y careció de movilidad y maniobras individuales como para complicar y llegar a la igualdad. Tuvo el balón y nada más.
La más clara del dueño de casa se produjo a los dos minutos, cuando Alario ganó en el área y forzó una excelente respuesta de Orión. A partir de allí, el cotejo se hizo aburrido y lento. Carlos Sánchez fue de lo mejorcito del Millonario junto a un Alario que luchó y trató de complicar. El Xeneize hizo bien su tarea defensiva y cerró los caminos para llegar a la cima.
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