Es una de las máximas exponentes del boxeo femenino. Campeona mundial de la Federación Internacional de Boxeo (IBF) peso gallo, el 4 de agosto enfrentará a María Román en el Salón Tattersall del Hipódromo local. Conocé la historia de esta vecina de La Horqueta, un mix de belleza y dureza.
Un nocaut espectacular estaba a punto de concretarse. Carolina “La Turca” Duer lanza tres golpes con alta potencia y vuelve a distancia. Repite la acción y camina hábilmente el ring. Con un izquierdazo, que se estrelló en la cara de su rival, manda a la lona a la brasileña Aline Scaranello. Se vuelve a levantar, pero está como nocaut de pie y vuela la toalla desde su rincón. Así conquistó Duer, de 38 años, el título mundial gallo interino FIB hace casi un año atrás, en Quilmes. Fue su tercera corona mundial, ya que reinó en las divisiones súpermosca y gallo OMB.
Conocida como “La Turca” o “La Barbie de acero”, la vecina de San Isidro, recuerda aquella pelea especial, la primera después de ser mamá. “Fue un KO muy impresionante. Esa rival nunca había perdido por nocaut y peleó con muchas campeonas del mundo. Para mí fue la confirmación de que podía seguir, ya que casi tres años atrás había sido madre y no sabía cómo iba a responder mi cuerpo en el ring. Todo salió muy bien. Tengo el poder del KO en mi mano izquierda”.
Toda una fiera arriba del ring y una mujer fatal abajo, Carolina Duer (T:23;G:19-3 KO;P:3;E:1) es una de las máximas exponentes del boxeo femenino. El viernes 4 de agosto defiende el título ante la sanjuanina María Cecilia Román (T:14;G:9;P:4;E:1), que ostenta el cinturón nacional de la división. Una velada que promete ser un espectáculo de alto nivel boxístico. La velada será trasmitida en directo por la pantalla de TyC Sports.
Tras la maternidad, a los 38 años, “La Turca” conquistó su tercera corona mundial
“El boxeo femenino ganó un lugar muy respetado deportivamente. Nos costó mucho, pero demostramos que tenemos la misma energía y potencial que los hombres. Técnicamente, somos iguales y en muchos casos superiores”, lanza esta experta del arte culinario que antes de calzarse los guantes tenía restaurantes con su familia.
La campeona asegura que el pugilismo femenino atraviesa un gran momento y vaticina que seguirá creciendo, ya que con 20 años de existencia resulta aún un deporte nuevo. “Hay un público que nos respeta y consume, quizás resta equiparar la parte económica”, opina.
Carolina se enamoró del boxeo cuando pisó el gimnasio de la Federación de Boxeo, allá por 2003. Había acompañado a una amiga que quería practicar ese deporte. Allí conoció al reconocido entrenador Alberto Zacarías que la formó y juntos empezaron a escribir esta historia. Adrenalina, alegría, ansiedad, nervios y miedo; son algunas de las sensaciones que recorren el cuerpo de Duer antes de subir al ring a pesar de su experiencia.
Nacida en Barrio Norte, “La Turca” eligió San Isidro para vivir hace cuatro años
¿Qué sueños te quedan por cumplir en el boxeo?
Pelear en México o Estados Unidos. Afortunadamente, lo voy a cumplir porque firmé un contrato con un promotor (Sampson Lewkowikz, quien representó a Sergio ” Maravilla” Martínez) que trabaja mucho en esos países. Así que, mi próxima pelea será afuera. Cuando asomó la oportunidad de pelear en México justo me enteré de que estaba esperando mi primer hijo.
¿Cuánto tiempo más tenés pensado pelear?
Dos años más de carrera. Luego me gustaría tener mi propio gimnasio de boxeo. Hice muchas otras cosas antes: tuve restaurantes, fui comerciante, paseadora de perros; y tengo un compromiso social muy fuerte con los animales, así que seguramente le dedicaré más tiempo a esos temas.
¿A quién admirás en boxeo femenino?
A la mexicana Jackie Nava y a Marcela “La Tigresa” Acuña, porque es una mina que demostró que se puede ser mujer, mamá y deportista. Fue muy fuerte pelear con ella y ganarle (2012) porque fue mi referente. Nunca dejé de sentir admiración por su compromiso, concentración y profesionalidad.
¿Quiénes son tus preferidos en boxeo masculino?
El argentino Brian Castaño (campeón interino de la AMB categoría superwélter) está demostrando un nivel muy superior al que muchos creían, algo que quedó reflejado en su última pelea ante Michel Soro, en Francia. Internacionalmente, siempre me gustó Julio César Chávez, porque admiro a los boxeadores aguerridos; esos que van a buscar la pelea y se la juegan. El box mexicano me gusta mucho.
Hace cuatro años llegaste a San Isidro, ¿qué disfrutás de tu barrio?
Disfruto llevar a mi hijo Elías al jardín, pasear a mis perros, andar en bicicleta, caminar por el barrio y dedicarle tiempo a mi huerta. Estar aquí es haber cumplido un sueño, ya que anhelaba una casa con parque y pileta, algo que conseguí con mucho esfuerzo y trabajo. La gente de San Isidro tiene un espíritu de equipo muy copado y eso me gusta.
¿Cómo te estás preparando para la pelea del 4 de agosto?
Estamos haciendo un entrenamiento funcional muy intenso, efectivo para optimizar potencia, velocidad y reacción con Matías Bertone, una persona muy profesional que sabe mucho de boxeo. Y trabajando muy fuerte también con mi entrenador de siempre Alberto Zacarías, una de las claves de mis logros en mi carrera. Ambos nos conocemos a la perfección.
Anécdota, ¿huevos u ovarios?
En 2010, Carolina conquistó el título sudamericano súper gallo al vencer por puntos en 10 rounds a Silvia Zacarías. “En el séptimo round no podía más del cansancio. En mi rincón estaba mi entrenador Zacarías y Carlos Martínez. Cuando llego al banquillo Alberto estira el elástico de mi pantalón y me tira agua. Es algo muy común entre técnicos y boxeadores hombres, a quienes le tiran agua fría en los testículos para despabilarlos. Entonces, Carlos le grita: “¡Qué hacés, es mujer!”. Y Alberto, naturalmente, le responde: “¡Esta no tiene ovarios, tiene huevos!”.
Por LEO PAGLIARO
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