trailer-1-LCA from valentina llorens on Vimeo.
Canela, de Cecilia del Valle Frente a la selva correntina las edificaciones de la ciudad de Rosario funcionan como contrapunto. Canela, el film de Cecilia del Valle, retrata a una rosarina cuyo nombre le da título a la película y que asimismo conlleva el valor del significante atento a que la película tiene como tema la identidad de género; sobresale la escena en que Canela exhibe con alegría su nuevo DNI. La reflexión sobre la identidad se traslada de lo individual a lo universal: ¿Qué es lo que necesitan los rosarinos? ¿Necesitan un edificio de cuarenta pisos frente al río? Se pregunta la protagonista dando clases sobre arquitectura. Profesional de la construcción, Canela pone en valor la palabra y el decir, no sólo en los diálogos con sus hijos o con un amor de antaño, sino especialmente en los encuentros con su psicóloga, único momento en que vemos a Canela quebrarse.viernes, 27 de noviembre de 2020
Ciclo de Cine Federal con tonada
DEL 30 DE NOVIEMBRE AL 11 DE DICIEMBRE
GRATUITO
SALA 2 DEL CINE VIRTUAL
SOBRE LAS PELÍCULAS
Una semana solos, de Celina Murga
Marcada por la impronta de la ciudad-puerto que mira hacia el Atlántico, Murga nos muestra los efectos del proceso de globalización en un grupo de adolescentes. Y en efecto, donde transcurre la acción es un tipo de urbanización cerrada que denominamos con la voz anglosajona country, un barrio privado que tuvo su mayor desarrollo en la década del ochenta cuyo origen es británico y norteamericano.
Aislados en esta ciudad-cerrada y en ausencia de sus padres (es decir, no hay tierra ni filiación parental) el grupo de adolescentes pareciera estar atrapado en un una red de elementos culturales de diversa procedencia, entre la cultura pop, las pantallas de televisión, el cable, los videojuegos y los sonidos de los ringtones en los teléfonos. El español neutro de los canales especializados en naturaleza y vida silvestre, las canciones en inglés como “It’s not the way I like it” de Bluevox, la música brasileña, la italiana con “Invisibile (per te)”, etc. Es decir, una serie de voces importadas que parecieran darle forma al decir de quienes están todavía en plena etapa formativa.
La casa de Arguello, de Valentina Llorens
“Hay cosas que son difíciles de transmitir, cualquier lenguaje queda chiquitito”, dice la abuela de Valentina Llorens en La Casa de Argüello, donde la cineasta busca a través de la palabra, de la narración verbal, explicar su pasado, su historia. Y en la ceremonia en que despiden los restos de sus tíos, todos hablan, menos Fátima. La palabra de su madre se vuelve necesaria, descubre Llorens en pleno proceso de realización de su documental y de manera excepcional, al encontrarse con su madre, sólo registra el sonido de su habla acompañado de veladuras de película fílmica, como símbolo de su memoria. Y en la entonación que se oye en su familia al hablar también suenan las heridas del exilio y los efectos de los años más tristes de nuestra historia moderna.
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