El Día que Maradona se convirtió en Leyenda { 25-11-2020 }

Era chico cuando oí su debut, disfruté en el colegio en aquéllas mañanas japonesas del Seleccionado Juvenil del 79, con menos de 20 años lo vi en la cancha de Boca en aquél equipazo del 81, me arrodillé ante el televisor después del gol de todos los tiempos en el 86 a los ingleses, celebré ese pase a Burruchaga y la corrida a la Gloria para ganar ese Mundial, me entusiasmo su vuelta al Xeneize en los noventa, padecí aquél " me cortaron las piernas " del Mundial 94, lo vi en persona en algunos eventos. Fue el más grande jugador de fútbol del mundo, del deporte más popular. Nacido en un barrio humilde de la periferia del tercer mundo, logró con sus habilidades, carisma y convicciones encaramarse entre las personas más famosas y seguidas del mundo en su tiempo. Su idolatría fue tal que llegaron a erigirlo en personajes y cosas que él nunca quiso ni podía ser. Siempre se puso sus equipos al hombro, llegó a jugar con los tobillos inflamados como melones pero nunca se achicó por defender la camiseta nacional y el día que insultaron su Himno él les contestó con la misma moneda ardido de bronca y dolor. Temperamental, llano, sin pelos en la lengua, actuó y vivió como quiso y terminó en su ley. Conoció gran parte del planeta y hasta en los sitios más remotos y alejados de la civilización había seres humanos que lo nombraban y lo identificaban con la Argentina. Las más grandes personalidades del orbe también tuvieron su encuentro y reconocimiento para con él. Hoy 25 de noviembre de 2020 nació su Leyenda. Hoy se fue a jugar un picadito a la cancha del Cielo y extasiar a los dioses y a los ángeles, aquí en la Tierra se pinchó la pelota, se manchó para siempre. No habrá ninguno igual. El pueblo lo llora, el mundo se conmocionó. El balón está gimiendo porque esa fascinante zurdita ya no lo va a acariciar. El diez ya es historia, pero a la vez surge la Leyenda eterna de su Genio Inmortal, que se agrandará con el paso de los años, las décadas y los siglos. Nosotros fuimos privilegiados espectadores que lo vimos jugar y deliramos con él. Tuvimos la dicha de ser sus contemporáneos. Nos quedó parte de él y se nos fue buena parte de nuestras vidas traducida en sentimientos y emociones. Esta mañana se fue el Señor Fútbol, lo llora la Argentina y el mundo, partió el barrilete cósmico, que vaya a saber a qué planeta se fue. Adiós al Héroe deportivo, bienvenida su Leyenda: DIEGO ARMANDO MARADONA. Por Glenn MIller