El seleccionado argentino de hockey hizo historia al conseguir hoy el oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Brasil, al superar en la final a Bélgica por 4-2.
Tanguy Cosyns abrió el marcador en el inicio del partido, pero Argentina lo dio vuelta y sacó ventaja de dos por los goles de Pedro Ibarra, Ignacio Ortiz y Gonzalo Peillat.
Cuando se iba el tercer cuarto Gauthier Boccard descontó para los belgas y le puso suspenso al cierra del encuentro.
El equipo conducido por Carlos Retegui aguantó los intentos finales de Bélgica y en el cierre, cuando el rival ya había sacado el arquero, Agustín Mazzilli sentenció el duelo.
Final. Euforia. Llanto. Emoción. Los Leones son de oro y se metieron de lleno en la historia del deporte argentino.
Este equipo nunca bajó los brazos, ni cuando los resultados no aparecían en torneos previos, o cuando la temible Holanda le ganaba 3-1 en el debut de Río. Se lo empataron 3-3 para dar un aviso. A estos Leones hay que matarlos diez veces antes de que toquen el suelo. Se levantaron y siguieron. Llegó el 3-1 a Canadá, un tropiezo con India (2-1) para no volar antes de tiempo, un tremendo 4-4 con los alemanes y el 3-2 a Irlanda para clasificar como terceros de la zona. Es decir, seguían sin hacer demasiado ruido. Pacientes. Pasó España (2-1) en cuartos, Alemania (5-2) y Bélgica. No quedó nadie. Quedaron ellos, los dueños de la selva.
Equipazo por dónde se lo mire. Arquero seguro y experimentado como Vivialdi, para arrancar un mínimo análisis de atrás para adelante. Una defensa firme, compacta, casi impenetrable. Un mediocampo que lograba una transición justa para que la pelota le llegue a los picantes delanteros. Un córner corto letal. Letal, sí, con Gonzalo Peillat haciendo lo que más le gusta. Y un entrenador que se convirtió en el primero en dirigir dos finales olímpicas con selecciones argentinas (con las chicas en Londres) y también el primero en ganar una de ellas.
Es un equipo que no se cae ni siquiera si arranca perdiendo la final, como pasó con el gol de Cosyns a los tres minutos. Porque apareció Ibarra, vía córner, para empatarlo. Nacho Ortiz, con una linda definición cruzada, lo dio vuelta para cerrar el primer cuarto 2-1 arriba. En el segundo apareció Peillat, cuándo no, para meter una de sus arrastradas perfectas: 3-1. Los europeos descontaron, sacaron al arquero, y aprovechó Agustín Mazzilli para desatar la locura.
Deodoro fue la sede de un torneo que quedará siempre en la memoria de los argentino. Ya en el nombre del predio estaba lo que fueron a buscar Los Leones. De oro. La Generación dorada.
SINTESIS (2-1, 1-0, 0-1, 1-0):
4 - Argentina: Vivaldi; Peillat, Gilardi, Ibarra P., Callioni, Paredes, Vila, Ortiz, López, Brunet, Mazzili, Rossi -equipo inicial-, Rey L., Menini, Masso, Saladino, Ibarra I.
2 - Bélgica: Vanasch; Van Doren, Dohmen, Van Aubel, Stockbroekx, Briels, Denayer, Gougnard, Luypaert, Van Strydonck, Cosyns -equipo inicial- Dockier, Charlier, Boccard, Boon, Truyens.
Goles: 1-0, m.3: Cosyns. 1-1, m.: 12: Pedro Ibarra, de córner corto. 1-2, m.15: Ignacio Ortiz. 1-3, m.21: Gonzalo Peillat, de corner corto córner. 2-3, m.44: Boccard. 2-4, m.60: Mazzilli.
Arbitros: Wright (RSA) y Blasch (GER). Mostraron tarjeta verde a Charlier (BEL), Mazzili (ARG)
Incidencias: Final del torneo de Río 2016, disputada en el campo 1 del Centro Olímpico de Hockey de Deodoro. El presidente del COI, el alemán Thomas Bach, presenció el encuentro junto al presidente de la Federación Internacional de Hockey (FIH), el español Leandro Negre.
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